¡HURRA POR LAS RATAS DE ALCANTARILLA!
Así mismo, como lo oyen: ¡Huuuuurraaaaa! por la ratas de alcantarilla, esos seres especiales y únicos en nuestro planeta, que poseen una capacidad de adpatación increíble con relación a otras especies animales de nuestro planeta. Y esto lo acabo de entender al leer la entrevista que aparece en el periódico español El País, donde el paleontólogo británico Richard Fortey, Presidente de la Sociedad Geológica de Inglaterra, la más antigua del mundo con más de 200 años de fundada, se refería a una conferencia que daría en la Fundación del Banco Santander, sobre la biodiversidad en nuestro planeta.
En dicha entrevista, el reconocido científico inglés resalta que, entre los animales de nuestro planeta, los que más probabilidades de sobrevivir en caso de una hecatombe o destrucción de parte de la vida en la tierra, son los animales más pequeños y los menos especializados. Por ello, el paleontólogo británico destacaba que entre todos los animales, el que más se ha adaptado a vivir junto a los seres humanos era nada más y nada menos que...las ratas de alcantarilla, quienes cada día se atreven a convivir más y más cerca de las personas, ganando la capacidad de alimentarse de las sobras y desechos de los humanos.
¡Qué bien informado está ese señor de bombín y bastón, con su flema inglesa y su inteligencia acumulada por doscientos añso de historia de su Sociedad científica! Para saber eso no hacía falta que se hubiera secado tanto el coco (lease el cerebro) ni quemado las pestañas estudiando tanto. Le bastaba con haberse ido unos días a Cuba para ver cómo han sobrevivido y requetevivido de bien las dichosas ratas de alcantarillas que han desgobernado por tantos años en esa pobre isla. Mal dice Mister Fortey, de que esa convivencia podría hacer que los humanos volvieran -como en tiempos pasados-, a verse en la necesidad de alimentarse de ratas en casos extremos, pues en la Perla del Caribe son las ratas de alcantarilla las que han vivido a costa de los humanos, devorándolos y explotándolos hasta empobrecerlos en una medida casi increíble. Pero yo me atrevo a asegurarle a ese inteligentísimo y sabio británico, que muy pronto las ratas de alcantarilla, no las de cuatro patas (como las ratas de las que habla Paquita la del Barrio en sus canciones), sino las de dos patas y vestidas de verde (aunque ahora están civilizándose y vistiendo guayaberas), no tendrán cabida ni espacio en la nueva sociedad cubana que, más pronto que tarde se construirá para felicidad de muchos en la que entonces será llamada la Isla de la Libertad.
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M.Ines -