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Cubaneo Cotidiano

¿POR DEFECTO...O POR EXCESO?

¿POR DEFECTO...O POR EXCESO?

Otra vez nos asombran (¿o nos encabronan?) las sabias y seniles reflexiones del Tiranosaurio Ruz (que no Rex), cuando al enviar su mensajito de costumbre (que esta vez no fue leído en la Mesa Cuadrada, digo Redonda, sino en la Sesión del mal llamado Parlamento Cubano) al decir que ya no se aferra al poder como en el pasado hizo "por exceso de juventud y escasez de experiencia...", en clara alusión a su último mensaje (de Noviembre 17, 2007) donde expresaba que: "es mi deber elemental no aferrarme al poder...y mucho menos obstruir el paso a personas más jóvenes..."

Pero, ¿a quién (carajos) quiere engañar el muy sinverguenza, eh? Pues no creo que ni a los jovenes cubanos de hoy que no saben ni conocen la historia de sufrimiento de casi 50 años del pueblo cubano los podría engañar. Ese mensaje puede estar dirigido para los ingenuos ignorantes o a los aprovechados oportunistas que aún le aplauden y siguen esperando una buena tajada del botín revolucionario, y que intentan mantener inmutable la situación de un pueblo hambreado en la miseria y la explotación en nombre de la "dictadura del proletariado".

Resulta que ahora el hecho de apoderarse de toda la Isla, de su economía, de sus riquezas, del destino de las vidas de más de once millones de cubanos, mandándolos incluso a morir en nombre del "internacionalismo proletario" y de la ideología trasnochada que le inspiró a asesinar, destruir el país y su economía, a obstruir el desarrollo democrático, a separar las familias, y obligar a miles y miles a exiliarse en busca de libertad y prosperidad, ahora dice que la causa de todo eso fue su "exceso de juventud y escasez de experiencia". Le zumba el merequeten...!!!!!!

Mejor sería que dijera que lo hizo por exceso de ambición de poder, por exceso de soberbia, orgullo y egoísmo, por defecto de respeto a la dignidad de las personas, por defecto e incapacidad de oir a los otros y solo tener oidos para sus propias palabras, en exceso por demás, hemorragias de palabras y de discursos, palabras de autobombo, de auto-exaltación, por exceso de un afianzado mesianismo que le hizo creerse el salvador de una nación a la que ha condenado a la miseria, al odio de unos contra otros, al deseo de exterminar toda alusión a Dios, pues sólo él era el único Dios al que se debía adorar en Cuba en un desordenado culto a la personalidad.

Si algunos se empeñan en hacernos creer que en su decadencia y definitiva desaparición, el patriarca invernal (porque su otoño pasó hace rato) se está haciendo más religioso, debería expresarlo teniendo la humildad de reconocer que su vida es una MENTIRA TOTAL y que nos ha sometido a todos los cubanos, de la Isla y del exilio, a vivir en una guerra contra nosotros mismos por su capricho egocéntrico, debería pedir perdón por todas las muertes en los paredones de fusilamiento, en las cárceles, en medio del Estrecho de la Florida, en la lejanía del exilio, de tantos hombres, mujeres, niños y ancianos que merecían una vida mejor.

Si es cierto lo que dicen (que no me lo creo ni viéndolo), que el pasado 17 de Diciembre fue junto a su heredero bolivariano al Santuario del Rincón, a pedirle a San Lázaro (no al obispo, sino al de las muletas y los perros) por su salud, debería ir al Santuario de la Virgen de la Caridad, a pedirle perdón a todo el pueblo cubano, a pedir por la salud democrática de nuestra nación, disolviendo todo el aparato represivo legal, judicial, militar y parlamentario que ha sumido a toda una nación en la desesperanza, en la falta de fe en el futuro, en la miseria política, económica y social; y dejarle verdaderamente paso a un pluripartidismo sano, a abrir espacios a las Iglesias en su labor social, a la apertura de la inversión privada y oportunidades a los cubanos a ejercer sus verdaderos derechos económicos, políticos y sociales, abriendo Cuba al mundo y el mundo a Cuba, como dijera Juan Pablo II.

Solo si hiciera eso, lo cual aun no sería suficiente para purgar todo lo que ha hecho durante los últimos 49 años, podríamos intentar creerle de algún modo que, lo que dice es una expresión de humildad y reconocimiento de un "exceso de juventud y una escasez de experiencia". Vivamos convencidos de algo: Ni la Historia ni el Pueblo Cubano lo absolverán a él y a sus esbirros y mantenedores.  

1 comentario

Enrique -

Es increible que todavia tengamos que sufrir a ese engendro maligno y no acabe de morirse para felicidad de mas de 11 millones de cubanos