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Cubaneo Cotidiano

AHORA LO ENTIENDO MEJOR...

AHORA LO ENTIENDO MEJOR...

Mientras viví en Cuba, hace ya unos cuantos años, siempre había creído que todo el show del Contingente Anti Aedes Aegypti, o sea contra el mosquito, era por causa de la malhadada epidemia de dengue hemorrágico que se desató en Cuba en los años 90´s, y que luego cíclicamente ha regresado en varias ocasiones. Entre el cuento del bloqueo americano, el de la fiebre amarilla descubierta por Carlos J. Finlay, la carencia de agua corriente (que obliga a la gente a acumular agua en depósitos dentro de sus casas), o la introducción del virus de la enfermedad por espías a sueldo de la CIA, etc, etc, etc), siempre había una razón para echarle la culpa al totí (que cambiaba de nombre según el Presidente norteamericano de turno: Reagan, Carter, Bush padre, Clinton o Bush hijo) y no a la realidad tropical, a la insalubridad imperante y al horrendo sistema de salud cubano (por el que ellos se empeñan en llamar a Cuba "potencia médica mundial" con el apoyo del Sicko-pata de Michael Moore).

Pero ahora, leyendo una noticia del día, me doy cuenta de que lo que el Decadente (no por las casi cinco décadas que lleva tiranizando al pueblo cubano) y cuasi moribundo Dinosaurio en Jefe intentaba hacer con sus campañas de fumigación "casa por casa" tenía como real finalidad la de acabar con su más antiguo enemigo que, no era por cierto ni el gobierno norteamericano, ni la CIA (con su mito de los cientos de intentos de asesinatos que en realidad serían unos cuantos, pero que de acuerdo a la cantidad aumentada, aumentaría su relevancia como enemigo del Imperio) o la gusanera miamense, convertida en Mafia Anticastrista.

No, su peor y más antiguo enemigo -y eso lo entiendo ahora mucho mejor-, es precisamente el mosquito. !Qué locuras dice este hombre!, dirán algunos, pero es tan cierto como que 2 y 2 suman 4. Pues siempre el Tiranosaurio (Castro) Ruz, ha alardeado de estar super informado de todo lo que acontece en el mundo, y siempre ha dicho que está al tanto de las últimas novedades de la ciencia, la política, la economía, y hasta de cómo se fabrican los palillos de tender o a cuánto se vende la cabeza de ajo en el Mercado Libre Campesino.

Por eso nadie me convence de que él no lo sabía desde hace rato, y es que después de tanto tira que tira y jala que jala, los científicos que no se ponían de acuerdo acerca de cuál era la causa por la que desaparecieron sobre la faz de la tierra esa gigantesca y superpesada especie de los dinosaurios (a la que pertenece el Dinosaurio Caribensis), y luego de decir por mucho tiempo que había sido a causa de un meteorito; poco después de mucho reflexionar y estudiar el asunto, cambiaron de palo pa´rumba y dijeron que era a causa del cambio climático (el mismo por el que ahora Al Gore gana más millones con su catastrofismo apocalíptico de pacotilla). Pero que ahora, en los últimos años, han llegado a la increíble y bien sustanciada opinión (tan sustanciada como un bistec con cebollitas fritas, arroz blanco, frijoles negros, ensalada y yuca con mojo) de que la verdadera y definitiva causa de la desaparición de tan tiernos e indefensos animalitos (sobre todo si son de peluche) fueron nada más y nada menos que los insectos. !ALELUYA! Así lo informa hoy el diario español "El País", al decir:

"Por ahora, la comunidad científica estaba por lo general de acuerdo sobre la extinción de los dinosaurios. Desde hace un par de décadas, la mayoría de los científicos compartían la teoría de que un meteorito al final del período Cretácico (hace aproximadamente 65 millones de años) impactó sobre la Tierra y causó la desaparición de cerca del 50 % de los géneros biológicos existentes, entre ellos la familia completa de los dinosaurios. Pero una nueva teoría está cobrando fuerza dentro del mundo científico encargado de investigar la extinción de los dinosaurios. La revista Time publica que un estudio elaborado por dos profesores de la Universidad de Princeton reconsidera la versión aceptada hasta hoy día por una hipótesis en la que se señala que fueron los insectos los que acabaron con los dinosaurios.

Los autores de la teoría George Pinar, zoólogo de la Universidad de Oregón, y Roberta Pinar, experta en infecciones y antigua miembro de la Organización Mundial de la Salud, defienden su teoría alternativa por la cual los insectos transmitieron microbios entre los dinosaurios que causaron nuevas enfermedades para las que no tenían mecanismos de defensa desarrollados. Entre otras infecciones, estaba la malaria. Los expertos aseguran haber encontrado pruebas de parásitos fechados en el periodo Cretácico. Una teoría que de confirmase, casualidad o no, estaría en conexión con lo desarrollado en el libro de Michael Crichton Parque Jurásico, llevado al cine por el director Steven Spielberg."

Por esa razón es que les digo que AHORA ENTIENDO MEJOR por qué el dinosaurio castrense se ha lanzado con todos los recursos del país, a comprar Malation, mochilas de fumigación, y cuánta cosa han inventado los malos del Norte, para acabar con su verdadero enemigo. Por eso no me extrañaría que, cuando dicen que la salud del Coma-Andante en Jefe es "Secreto de Estado", es porque si dijeran la verdadera causa de su alejamiento del poder, todo el mundo se cagaría de la risa al enterarse que fue un simple y diminuto mosquito, el que lo picó y le produjo una Castroenteritis agudísima que degeneró en una cagalera incontenible (que ya venía sufriendo desde antes de 1959, pues sus discursos eran una verdadera cagalera o hemorragia de palabras plagadas de mentiras, promesas incumplidas y cambios de opinión sin fin de acuerdo a sus intereses)

!Bendito el mosquito que lo picó! A partir de ahora seguiré el consejo de la babalawos en su profética Letra para este año, pues no sólo no mataré ninguna hormiga, sino que cuidaré con todo amor a cuanto mosquito se me acerque, tan sólo en acto de reverencia agradecida al dichoso mosquito que picó a nuestro (digo nuestro no en sentido de propiedad, sino en sentido de desgracia inevitable) indignísimo Dinosaurio Castrensis Cubensis, porque ya estoy más tranquilo sabiendo que él y todos los de su especie desaparecerán más temprano que tarde, y volverán (no las oscuras golondrinas de Gustavo Adolfo Bécquer) a renacer: la esperanza, la justicia, la prosperidad y la democracia en nuestra sufrida patria cubana.

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