NO COUNTRY FOR OLD MEN

Luego de disfrutar (si es que se le puede llamar disfrute a la experiencia decepcionante de la premiacion de los mejores filmes del año) la ceremonia de entrega de los Oscars a los actores, directores, compositores, técnicos y tantos otros; descubrimos que la Academia había considerado como la mejor película del año la realizada por los hermanos Cohen titulada "No country for old men", donde un transfigurado Javier Bardem logró el Oscar a mejor actor de reparto, revelándonos que a pesar de su izquierdo-progresismo trasnochado, goza de gran talento para la actuación.

Pero su figura y el título del filme no hicieron otra cosa que retrotraerme a la realidad cubana, y descubrir que a la Cuba de los Castro, luego del traspaso de un Castro a otro Castro, debería de darsele el titulo oscarizado de "No country for young men". Sí, porque aunque en su cacareada renuncia, el Moribundo en Jefe (si no es que ya está muerto y embalsamado dentro de un congelador en espera del momento preciso para anunciar su irremediable defunción) anunciara que no iba a aferrarse al poder, y dejarle espacio a la generación más joven, la decisión (si así se le puede llamar) del Parlamento, definitivamente inlfuenciada por él que todo lo decide y controla, de nombrar a su hermanísimo Raúl como nuevo Presidente del país, rodeado de todo un Consejo de Ancianos, es evidentemente una ofensa a la inteligencia.

Pues sí, pues Raúl Castro, alias La China, ya tiene 78 años; el Primer Vice Presidente, Machado Ventura, tiene 77; y cuatro de los cinco VicePresidentes tienen: 80 (Juan Almeida), 72 (Julio Casas Regueiro, nuevo Ministro de Defensa), 68 (Abelardo Colomé Ibarra, Ministro del Interior), y 63 (Esteban Lazo). Tan sólo Carlos Lage, relegado al último puesto, podría ser considerado joven, ya que tiene 52 años. Por lo que definitivamente el nuevo gobierno cubano es una versión criolla del filme de Steven Spielberg "Parque Jurásico", pues todos juntos compilan más de cuatro siglos, más exactamente 488 años.

Las esperanzas de una renovación del gobierno, quizas encabezado por Lage, aunque tutelado por Raúl, nos hacía imaginar un escenario distinto para una posible transición y camino para una reforma del sistema que permitiera al menos maquillar la imagen de la Robolución castrista y aparentar una posible apertura que le diera un respiro a la decadente y frustrante realidad de una tiranía en peligro de extinción, que al menos abriera una esperanza de cambio para el sufrido pueblo cubano.

Que decepción, pero como decimos los cubanos, en medio de todo este revoltijo de cosas, lo mejor que tiene la "cosa" es lo mala que se esta poniendo. En el discurso inaugural de su gobierno, el Hermanísimo Raul (hermanísimo del Big Brother Falleciente) anunció cambios sin declarar cuáles serían, unos más rápidos y otros más lentos (quizás esperan otros 50 años para llevarlos a cabo), pero todo bajo la égida del Moribundo en Jefe al que le consultará todas las decisiones, pues Cuba es y seguirá siendo un "NO COUNTRY FOR YOUNG MEN".