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Cubaneo Cotidiano

LADRONES DE SONRISAS

LADRONES DE SONRISAS

Debo confesar que estoy prácticamente convencido de que ya tengo 99 papeletas para irme directo a ser atendido por un Psiquiatra, pues no hay forma de que lea una noticia y no me retrotraiga automáticamente a mis recuerdos de Cuba, sobre todo recuerdos del pasado, de mi infancia (como si hubiera recuerdos del futuro, ja, ja, ja).

Pues sí, acabo de leer sobre Jared M. Gordon (que lo verán en la foto del inicio), guionista free lance (entiéndase, por su cuenta, o por la izquierda, como decimos los cubanos) residente en New York quien es capaz de imitar las voces de personajes televisivos con pasmosa facilidad. Se cuenta que el año pasado (2007) asombró a cientos de internautas al colgar un video donde imitaba a más de cien personajes en menos de cuatro minutos. Dice la noticia, que si Jared se dedicara a hacer sus imitaciones como doblador en las nuevas producciones hollywoodenses, seguramente se haría famoso rápidamente.   (ver vídeo)

Esta noticia no deja de conectarme rápidamente con el Hombre de las Mil Voces, como le llamaban al legendario Armando Calderón, lo que me trae a la memoria las mañanas dominicales, donde disfrutaba de una verdadera matinée, junto a miles y miles de niños a lo largo y ancho de mi isla con forma de caimán, quien doblaba e inventaba voces para tantos y tantos de los personajes de los cortos de su programa "La Comedia Silente", recuperando los clásicos del cine silente norteamericano como: Charles Chaplin, Buster Keaton, el Gordo y el Flaco (Stan Laurel y Oliver Hardy), los Hermanos Marx y tantos otros personajes, a los que rebautizó con nombres rimbombantes como CaradeGlobo y Soplete, los Marqueses del Boniatillo o del Aguatibia, Mantequilla, Mantecón, Mandarria y otros tantos que sería interminable la lista.

Lástima que en Cuba, en los años de mi niñez gobernaba (y tristemente aún gobierna) la Dictadura de los Ladrones de Sonrisas. Y aclaro que no sólo robaban sonrisas, pues empezaron robando y continúan hoy robando el Erario Nacional (incluído el dinero, propiedades, reservas de oro, etc), de donde les viene que la mal llamada Revolución Cubana sea rebautizada como la Robolución Castrista, porque le robaron todo lo que un pueblo tiene como su más importante patrimonio: la esperanza, la libertad, la alegría, el deseo de vivir y progresar, la fe, la amistad, la unidad de la familia, y tantos otros valores que se han perdido o contaminado con una falsa doble moral, con la envidia, el desánimo, el falso igualitarismo, el escapismo y tantos otros males que los cubanos de aquí y de allá tendremos que trabajar muy duro, cuando inevitablemente desaparezcan esos monstruos de la geografía política insular, para recuperarlos y construir una sociedad mejor.

Por eso recuerdo con tristeza -pero con esperanza de futuro-, el día en que el pobre viejo, aburrido de la censura televisiva, de las prohibiciones a la sonrisa franca, pícara y espontánea, del salario de miseria que ganaba, de la soledad de su vejez y de tantas cosas, llegó una mañana a su set -desde donde doblaba las voces de sus ficticios personajes-, y lo hizo un tanto pasado de tragos, pues ese día (!bien que lo recuerdo!) su voz sonaba más gangosa e inconexa que de costumbre, y se le fue la musa y perdió el sentido común cuando, al darle voz y sonido a una descomunal bronca (de las acostumbradas entre los gags del cine silente), con el objeto de darle más emoción a la escena, sólo atinó a decir: !esto es de pin...queridos amiguitos...! (apenas percibida por la gente la barbaridad que había dicho), manifestando un lenguaje que para cualquier cubano era normal y acostumbrado, pero que la inflexible y censora dictadura era tan sólo "un lenguaje inaceptable para el consumo de los niños".

Ese fue el último día en que Armando Calderón le dió vida y voz a los personajes del cine silente; y al domingo siguiente, mi madre tuvo que darme cuatro gritos para que terminara algo que estaba haciendo para conjurar el tedio por la alegría perdida, pues a las 11 de la mañana, hasta ese domingo, era imposible que yo permaneciera en la cama, jugando o haciendo otra cosa que no fuera estar sentado frente al televisor Andrea (de la marca Phillips) en blanco y negro que teníamos en nuestra casa, para disfrutar y morirme de la risa escuchando al hombre de las mil voces y gozando con los clásicos del cine silente. 

1 comentario

jesus -

LE QUIERO COMUNICAR QUE ME ENCANTAN SUS ESCRITOS Y REFLEXIONES SOBRE NOTICIAS ACTUALES, Y TAN DIVERSAS, ME GUSTA MUCHO SU FORMA AMENA DE ESCRIBIR Y COMO ANALIZA Y ENCADENA COSAS Y NOTICIAS ACTUALES CON RECUERDOS Y VIVENCIAS PERSONALES. DISFRUTO MUCHO SUS COMENTARIOS, Y CREO QUE LO HACE TAMBIEN QUE ME PREGUNTO SI ACASO ES ECRITOR..... SE NOTA UNA PASION EN TODO LO QUE ESCRIBE. LO FELICITO. UN ADMIRADOR DE SU BLOG.