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Cubaneo Cotidiano

POLITICA EQUIVOCADA

POLITICA EQUIVOCADA

Cuando titulo esta reflexión "Política equivocada", no me refiero en este momento a la elección de Obama de su candidato a VP (Vice Presidente) o a la continuidad de Castro II con la inmovilidad del Castrosaurio Decadente. No, me refiero a algo que incluso yo, que vivo hace seis años lejos de aquella olla de grillos a la que tanto amo (me refiero por supuesto a Cubita la Bella), aún sufro y debo superar.

Y me refiero a la cultura política de los cubanos en el sentido de que en los casi 50 años de Robolución, hemos aprendido a mezclar todo con la política, y confundimos la gimnasia con la magnesia (como decimos por allá), y nos hemos acostumbrado (muy mal por cierto, y cuesta trabajo superarlo pues se mete hasta en los tuétanos de los huesos y en nuestro inconsciente), al punto de que creemos que todo, cualquier problema o situacion de la vida cotidiana,  se resuelve a base de levantar la voz, gritar, dar golpes, montar un berrinche descomunal, descalificar al otro o a los otros, y armar un show de marca mayor. Y en esa actitud, casi siempre nos pasamos de la raya, nunca nos quedamos por debajo, contradiciendo olímpicamente (aunque no sea un deporte olímpico) el dicho del Generalísimo Máximo Gómez, cuando expresó que "los cubanos o no llegamos, o nos pasamos", de modo que siempre nos pasamos.

Hace dos semanas he vivido una situación personal (y no me estoy confesando por esta via, ni proyectándome en la realidad) que me he tomado el tiempo de reflexionarla y repensarla, pues lo que me pareció intrascendente, se convirtió en un pequeño problema (superable, gracias a Dios, pero que no debe repetirse si es que realmente quiero crecer como persona), que al leer las noticias de hoy, me doy cuenta de que ya no es sólo un problema personal, sino un problema nacional. Y lo entiendo así, más allá de los detalles y elementos de cada situación, al ver como un deportista cubano, de taekwondo, arremetió a patadas contra un árbitro y un juez, ante lo que el creyó una injusticia, cuando en realidad era un error de él y de su entrenador, lo que le valió la descalificación, pérdida de la medalla e imposibilidad de volver a competir nunca más en una competencia internacional. Y me temo que lo peor será que lo recibirán como a un héroe cuando regrese a Cuba...(sin comentarios)

Y es que en nuestra cultura política (que hemos convertido en actitud personal) hemos aprendido a que "la culpa nunca cae al suelo", "siempre tiene que haber un culpable" (y casi nunca nadie se hace responsable de sus propios errores por esta razón); siempre nos hablan de que somos agredidos y vamos a ser invadidos (por los yankis o gringos rubios de ojos azules del Norte brutal y revuelto que nos desprecia, citando a José Martí), lo que nos victimiza automáticamente (éste parece ser nuestro verdadero deporte nacional, no el beisbol) ante cualquier situación o problema que, probablemente podría resolverse dialogando y razonando, escuchando las razones del otro y dejando escuchar las nuestras en busca de un entendimiento, aprendiendo a ceder cuando no es correcta nuestra posición sin que ellos suponga la "humillación" que tanto tememos, sino un verdadero espíritu de humildad y deseo de crecer.

Que pena que continuemos fabricándonos tan mala fama, pues aunque nos reímos de ello y todo lo tiramos a choteo (choteo que tan magistralmente analizara un filósofo y escritor cubano), no nos damos cuenta que todo el mundo habla de que somos "escandalosos, bullangueros, discutidores, que de todo sabemos un mucho o un poco, etc., etc., etc., y a pesar de eso nos sentimos un tanto orgullosos con esa falsa identidad que desdice mucho del talento, laboriosidad, empeño, amor a la libertad y alegría y sencillez del pueblo cubano, rebajándonos a la altura (rasante con el nivel del suelo) de la gente "chusma, baja, barriotera y que merece no ser tenida en cuenta". Creo que de cada experiencia podemos y necesitamos aprender algo, para crecer cada día un poquito más como personas dignas, valiosas y maravillosas. VALE LA PENA.   

1 comentario

Lady Fingers -

Todo esta muy bien.. solo recuerda que no hay tal humillacion en equivocarse, solo en no reconocerlo.