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Cubaneo Cotidiano

¿QUE ENCONTRARAN EN EL 2225?

¿QUE ENCONTRARAN EN EL 2225?

Probablemente al leer la pregunta del título, alguno pensará: ¿se dedicará ahora el bloguero de Cubaneo Cotidiano a predecir el futuro o se fue de la realidad y vive en un mundo de ciencia ficción futurista?

Espero que no lo crean así, pues en realidad lo que motivó esa pregunta es la noticia que acabo de leer acerca del hallazgo de una "caja del tiempo" enterrada o escondida en 1791 en una de las torres de la Catedral de México, que ha salido a la luz al realizarse unos trabajos de restauración. En dicha caja, el arquitecto que la construyó, José Damián Ortíz de Castro (!coño, no podía haber tenido otro apellido como Rodríguez, Pérez o González?), guardó 28 monedas de plata (23 emitidas por las Casas de la Moneda mexicanas y tres acuñadas en España), varias medallas de oro con la imagen de sus santos protectores (¿san José y san Damián?), un relicario, una pieza de cera de un Agnus (cordero, oveja) que eran elaboradas y bendecidas por el Vaticano en esa época, así como un pergamino que detallaba el contenido del arca.

Y mi mente no dejó de fantasear, pensando qué me gustaría que encontraran en una "caja del tiempo" dentro de 217 años los habitantes del futuro en nuestra hermosa isla de Cuba. No necesito inventarme una "Time Machine" (máquina del tiempo) como la de Herbert G. Wells, quien inició en 1895 la llamada literatura fantástica de los "viajes en el tiempo", para pensar qué me gustaría encontrar en un hallazgo así, si yo pudiera vivir todo ese tiempo. Y pensé que los futuros habitantes de Cuba se extrañarían al encontrar unas morrocotas (que así les llamamos a las monedas por valor de un peso de color dorado) o chavitos (nombre que se le da a los billetes del juego de Monopolio), esos pesos por los que el gobierno de hoy se apropia de los dólares que los exiliados en el exterior tienen que trabajar y luchar muy duro para enviarlos a sus familias hambreadas en la patria; quizás un carnet del partido único (el comunista), que hará preguntarse a los del futuro cómo podía ser posible que todo el mundo pensara igual, votara a todo unánimamente sin que nadie protestara, y sufriera un igualitarismo en la miseria y la imposibilidad de disentir.

Me imagino en esa caja, una de esas inscripciones que marcaba las puertas de las casas y rezaba: "Fidel, esta es tu casa" (razón por la cual nadie en Cuba es dueño de su casa, porque todas son de él, y uno no las puede permutar, vender o dejar a sus familias sin su permiso y aprobación, y hasta te la puede quitar y dejarte en la calle), y se preguntaran quién era ese personaje al que "supuestamente" todos querían en su casa de lo popular que era, pero nadie -en ese futuro inimaginable-, guardaría memoria de un especímen que pareció nunca existir. Por lo cual tendrían que recurrir al Archivo más antiguo y rico de la Isla, para descubrir con tristeza, que existió un dictadorcillo, que desgobernó durante casi 50 años en esa esplendorosa isla, rica, fértil y bendecida por Dios con tanta abundancia, y con la fuerza y la represión había mantenido a toda la población de "la tierra más hermosa que ojos humanos hayan visto", en la miseria, en el hambre, la desigualdad, la injusticia y la opresión, luego de engañarlos haciéndoles creer que era un salvador que les iba a mejorar sus vidas .

Como escribiera H.G.Wells, los cubanos del futuro, que conocerían su obra, identificarían al dictador y a sus compinches y seguidores con los horribles y feroces morlocks (seres imaginarios que Wells incluye en el mundo del tiempo futuro), y se alegrarían de que semejante plaga hubiera sido borrada de la faz de la Isla, 217 años antes, en el año 2008, año en que una bocanada de aire fresco llenó los pulmones de muchos hombres y mujeres en todas partes del mundo e hizo latir sus corazones de amor por su tierra natal, e hicieron todo lo necesario para que su país fuera nuevamente un maravilloso lugar donde pudieran vivir "con todos y para el bien de todos".    

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