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Cubaneo Cotidiano

CANTOR DEL CASTRISMO (2)

CANTOR DEL CASTRISMO (2)

Saltando de palo pa´rumba, sigo con lo anterior cuando me refería al Cantor del Fascismo, para llegar ahora al Cantor del Castrofascismo Tropical, don Silvio Rodríguez, de cuyas canciones de amor llenas de simbolismo nos encantaron, y aún nos encantan, a muchos, pero que no podemos olvidar su defensa a ultranza de un sistema al que sólo ahora, cuando comienza a hundirse en su propia destrucción, se decide a criticar, tomando distancias, al establecer su residencia en Chile y anunciar su próximo retiro de los escenarios para dedicarse sólo a componer.

Y es que las últimas actitudes de Silvio dejan mucho que desear, ya que ejerciendo como Embajador Cultural del Castrismo, sirvió de intermediario y adalid de la ideología castrofascista ante la intelectualidad progresista del mundo y ante la juventud latinoamericana, construyendo así un ideal revolucionario que justificaba las injusticias, crímenes, represiones y abusos del desgobierno del Tiranosaurio Castrense; luego, como Diputado al Parlamento (elegido a dedo por el mismo Castro, con el objetivo de darle participación a los representantes de la cultura en la supuesta toma de decisiones políticas) nunca hizo nada ni discutió ni criticó las decisiones de un gobierno que hacía y deshacía mientras les obligaba a justificar y apoyar sus decisiones.

Ahora, cuando el barco se hunde, las ratas empiezan a huir, y en especial las ratas que vivieron cómodamente participando del poder, al menos en la toma de sus decisiones, gozando de prebendas y privilegios sin fin, a diferencia de la realidad que vive el pueblo cubano. Y el potentado artístico de Silvio, que posee en Cuba los mejores estudios de grabación musical, bajo el título de "Abdala", ahora decide renunciar a su Diputación, y en un alarde de misericordia, decide visitar las cárceles para reeducar -por la vía del arte y no de la justicia y el buen trato-, a los pobres reclusos víctimas del sistema, sin reconocer a los presos de conciencia que sufren injustas penas.

Luego, cuando se empieza a cocinar el traspaso de poder entre los Castro, decide cambiar de residencia, huyendo del infierno comunista para instalarse en un auto-exilio de terciopelo en el andino Chile, mientras recauda miles de dólares en su gira centroamericana donde acaba de anunciar su retiro de la escena para como un dulce viejito de 60 años, con su gorrita marinera cubriéndole la pronunciada calvicie, dedicarse a escribir canciones que lo inmortalicen en la patria de Violeta Parra y Victor Jara.

No olviden, cantores de los tiranos, dictadores y asesinos que, como bien dicen los guajiros de mi tierra, "tanta culpa tiene el que mata la vaca como el que le aguanta la pata", y el mismo pueblo que disfrutó de sus canciones para olvidar sus penas, cuando se restablezca la justicia no olvidará el silencio cómplice, el apoyo incondicional y la buena vida que se dieron dentro del entramado que los oprimió. Miren a Johaan Heesters, el Cantor del Fascismo, cuyo fin puede ser el que les toque vivir a ustedes.   

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