SEGUNDAS PARTES TIENEN QUE SER MEJORES
No me refiero a la segunda parte del culebrón oficial del traspaso de gobierno de Castro I a Castro II, sino de la estelar escapada que realizó, por segunda vez, el boxeador cubano Erislandy Lara, quien luego de intentar escapar en Brasil para firmar con una promotora de atletas turco-alemana, y que tras ser devuelto por el gobierno de Lula da Silva a La Habana, fue condenado al ostracismo por el desgobierno comunista, perdiendo todo derecho a continuar practicando el boxeo y sin poder competir oficialmente en la Isla ni en el exterior, sin trabajo y sin recursos.
Por eso, en este segundo intento, logró salir clandestinamente a través de México (¿en una lancha?, no quiere dar detalles, pero todos sabemos que legalmente no fue) vía Alemania, donde el mismo que propició su escape en Brasil, lo ha contratado para que comience su entrenamiento y se dedique, pues esa es su voluntad, al boxeo profesional. Es importante destacar que el gobierno de Cuba utiliza a los deportistas y artistas como embajadores políticos para que el mundo crea que en Cuba se respeta la dignidad de las personas y se les promueve a su crecimiento intelectual, cultural y deportivo, sin saber que ellos utilizan a sus atletas y artistas como medios de propaganda y les pagan salarios de miseria mientras se embolsillan los premios y méritos, sin dejar que salgan del país, emigren o decidan su futuro sin el control que ejerce el gobierno, que a su vez, si disienten o se oponen a su voluntad, los condenan a la pobreza, al ostracismo y al olvido.
Podrán decir que los atletas y artistas se venden al capital, pero si lo hacen ejerciendo su libertad de elegir, ¿quién los puede juzgar?, ¿acaso no los venden ellos y se quedan con las ganancias? Feliz Erislandy si eligió, para mal o para bien, el deporte rentado que le reporta los ingresos que el gobierno comunista le niega y se apropia, dándole migajas y limitando su libertad.
1 comentario
Al Godar -
Saludos,
Al Godar