SOLO DESPUES, NUNCA ANTES
Eso parece decir, contundentemente, el candidato presidencial por el Partido Republicano, John McCaín, al referirse a las posibilidades de un diólogo con el actual desgobierno cubano, y al restablecimiento de relaciones normales, al decir en una entrevista: "Iniciaré un diálogo después de que haya elecciones libres, se libere a los presos políticos y las organizaciones humanitarias no gubernamentales existan y puedan operar".
A lo que a añadió que: "Cuba es un Estado patrocinador del terrorismo y me preocupa que cualquier sistema que no cumpla esos requisitos pueda apuntalar el régimen de (Raúl) Castro (...) y permitir que continúe la opresión al pueblo cubano". Planteamientos que dejan clara su postura, ante las declaraciones del aspirante demócrata Barack Obama, quien es partidario de un diálogo incondicional que supondría un reconocimiento a la dictadura que reprime y viola constantemente los Derechos Humanos, en un intento de perfilarse como el estratega de un cambio de política internacional, que añadiría más represión y miseria al pueblo cubano.
No en balde, el Moribundo-en-Jefe, en sus seniles reflexiones aparecidas en el periódico "Granma", ataca duramente a McCaín y espera gozosamente que sea un demócrata quien gane la presidencia para poder mangonearlos como acostumbró hacer con los anteriores presidentes demócratas como Kennedy, Carter y Clinton, imponiéndoles los exódos de Camarioca (1962), el Mariel (1980) y Guantánamo (1995).
Traduciendo la imagen, aparece Mónica Lewinski diciendo: "Yo estoy votando Republicano, porque los demócratas dejaron un mal sabor en mi boca", en clara alusión a la felación que le realizara al ex-Presidente Clinton, quien negó, engañando a todo el país, haber tenido algún tipo de relación sexual con la ex-becaria en el Congreso.
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