LA NEGRA TIENE TUMBAO

Pues sí que tiene tumbao y carácter, pero no me refiero a Celia Cruz ni a la hermosa modelo que actuó apareciendo completamente desnuda en el vídeo de tan sabrosa canción, sino a otra negrita que parece que tiene tremendo tumbao.

Me refiero a Michelle Obama, a la que no conozco personalmente ni puedo juzgar, pero sí me atrevo a comentar lo que percibo de sus actitudes, aunque ellas no la definan absolutamente, pues veo en ella una actitud un tanto arrogante y desafiante como cuestionando a los demás en función de los mismos prejuicios raciales que han sufrido los afroamericanos en este país, teniendo en cuenta que ella los aplica ahora a los blancos, como si elegir a su marido candidato o presidente fuera un reconocimiento del valor que él, personalmente, no como negro tiene, como si de un favor se tratara, o como si fuera una verdad de perogrullo (evidentísima) de que él es el mejor candidato para presidente de este país.

Pero lo que más me llama la atención es el asumido victimismo que se utiliza como fuente de crédito político que se está manejando en esta campaña política, al buscar un débil eslabón que pueda darle una ganancia a la campaña del senador Obama, al decir que ahora es la "futurible" Primera Dama el objetivo de los ataques de los conservadores y de los republicanos, luego de que la susodicha expresara que "era la primera vez que se sentía orgullosa de su país", en clara referencia al hecho de haber sido elegido su esposo y no Hillary Clinton como candidato a la Presidencia por el partido demócrata, milagro justiciero en un país racista, ignorando que el dinero, la casa, la posición y todo lo que ella disfruta junto a su esposo no son más que el orgulloso fruto de un país que ha superado, con mucho, muchas injusticias del pasado, que no todos los afroamericanos y otras minorías aprovechan para superarse, salvo para afianzar su victimismo y chantaje hacia el resto de la sociedad, que debe actuar para darle orgullo a la Señora Obama.

Los asesores de Obama matizaron esas afirmaciones, al señalar que "lo que quiso decir es que se siente muy orgullosa en este momento porque, por primera vez, miles de estadounidenses que no habían participado en la política se están sumando en cifras récord en la construcción de un movimiento de base a favor del cambio". Pero ese tipo de precisiones no han disuadido a ciertos grupos y medios conservadores, como la revista ’National Review’, que describen a Michelle como "la mitad amarga de Obama" y la versión femenina del reverendo Jeremiah Wright. Obama salió unos días más tarde en su defensa y pidió que la dejaran en paz, pero su solicitud parece haber caído en saco roto. La campaña desmiente esas afirmaciones en una página web (www.fightthesmears.com) publicada el jueves, y que se dedicará a desmontar los rumores falsos que circulan en la red sobre los Obama.

Ahora comienza el proceso de darle un barniz de simpatía a la candidata a Primera Dama, que la compara con Jacqueline Kennedy-Onassis (¿a quién se le ocurrió semejante idea, pues ni lejano es el parecido?), a la vez que la "futura" heredera del trono alaba a la saliente Laura Bush, y comparte "entre amigas" con Ophra y otras valedoras de la campaña presidencial de Obama, en su empeño de dar una imagen más agradable, familiar y menos arrogante a la negrita con tumbao. Espero que, como decimos en Cuba, no haga como los orientales (habitantes de la región oriental de Cuba), que cuando llegan a La Habana, arman una barbacoa (construcción de madera en las casas de techo de alto puntal, para aumentar el número de habitaciones) y traen a toda la familia del campo a vivir hacinados en el nuevo lugar, y Michelle vaya a traer a todos los negritos de Kenya (o de donde sea la familia originaria de Barack) y sus alrededores y arme barbacoas en la Casa Blanca, y se joda el glamour presidencial norteamericano.