NO SOY MAS INTELIGENTE QUE UN CHICO DE 5TO GRADO
Disfruto mucho viendo el programa de participación del Canal FOX, en el que adultos atrevidos se exponen a ganar hasta un millón de dólares si aciertan a contestar todas las preguntas acerca de las materias de 1ro a 5to grado de la enseñanza elemental. Con suerte logran irse con una buena suma de dinero, pues hasta el presente ninguno de los participantes se ha arriesgado a ganar el millón, dado el riesgo que supone perder medio millón de dólares por una pregunta que les haría irse con solo 25 mil.
En este programa he descubierto, sin preocupación alguna, que aunque los conocimientos que recibí en mi infancia son los mismos que reciben hoy otros cientos de millones de chicos en todo el mundo, la forma en que se exponen las materias son substancialmente diferentes, y uno de los conceptos que más me ha llamado la atención correspondiente a la materia de Geografía Mundial, es la concepción norteamericana de la división del área sólida de nuestro planeta, pues mientras yo aprendí que la parte seca de la tierra está dividida en cinco continentes (e insisto en ello, pues no olvido lo de los cinco aros del símbolo olimpico del COI), ellos le enseñan a los niños que son 6 los continentes, al dividir a la América en dos continentes bien definidos: América del Norte (que incluye México, Estados Unidos y Canadá), y América del Sur (que incluye Centro y Suramérica).
Algunos de los lectores pensará: -¿Y toda esta palabrería a qué viene?, y pensará bien, pues he utilizado el pie forzado del programa de la FOX, para comentar una noticia que realmente me ha impresionado y me gustaría compartir en mi blog, y es la mala noticia, para los amantes de la Geografía y para los que amamos nuestro planeta, de que por la desidia de nosotros los humanos y la irresponsabilidad de muchos en materia de protección de la naturaleza y el sistema ecológico, han producido una desagradable consecuencia: la formación de lo que podríamos considerar un nuevo Continente. Sí, tal como lo digo, el sexto (o séptimo para los norteamericanos) continente se está formando y corremos el peligro de que el daño sea inevitable.
El asunto se trata de que el nuevo continente que se está formando es producto de la acumulación de desechos materiales, por lo que ha sido llamado la Gran Placa de Basura del Pacífico, que se halla localizada entre las Islas Hawaii y la costa oeste de los Estados Unidos, en un cúmulo de millones de toneladas de desechos de plástico a merced de las corrientes del océano, girando en una espiral sin fin dentro del llamado Giro Subtropical del Pacífico del Norte, que lleva varias décadas captando desechos plásticos y sólidos de lo que nosotros tiramos al mar, a los que se le unen los desechos materiales producidos por la navegación.
Este Giro Subtropical del Pacífico Norte, empuja y hace girar a esta masa de desechos, con una energía cinética de 3,43 millones de kilómetros cuadrados, en una nextensión equivalente a la sexta parte de Europa o siete veces la de España, en la que se acumulan 6 toneladas de plástico por una tonelada de plancton. Lo impresionante de esta realidad es que no se trata sólo de residuos que flotan y giran en la superficie, sino que la capa de desechos alcanza desde su vórtice una extensión de 30 metros de profundidad.
Pocos conocen de este problema, que no es nuevo, sólo que la poca afluencia de tránsito de navegación por esta zona, ha propiciado la ignorancia de su existencia. Hace más de una década que se suponía la existencia de este problema, pero ha sido la organización ecologista Greenpeace, la que ha alertado sobre la existencia y crecimiento de este fenómeno que de agravarse provocaría un daño irreparable al ecosistema y al planeta. A Greenpeace se ha unido una acuciosa investigación realizada por la AMRF (Algalita Marine Research Foundation), organización ecologista del oeste de los Estados Unidos, quien tras años de análisis y estudio ha alertado de la preocupante realidad del nuevo continente, que ya se ha verificado alcanza un peso aproximado de 3,5 millones de toneladas y cerca de 3,3 millones de piezas de desecho plástico de todos los tamaños por cada kilómetro de superficie oceánica, lo cual nos hace pensar en el peligro que supone el no tomar medidas rápidas y radicales, para evitar que en el año 2030, según las predicciones y condiciones actuales, la superficie de este nuevo continente crezca en diez veces su tamaño actual.
¿Qué sería necesario hacer para evitarlo? Limpiar la zona comprendida con redes de arrastre de las flotas pesqueras, que aunque no producirían peces para el consumo, si evitarían que la pesca se vea definitivamente afectada, ya que los desechos plásticos, de lenta destrucción (se supone demoren entre 450 y 500 años en destruirse totalmente), están descomponiéndose en pequeños granos o partículas de arena plástica, que es consumida como alimento por los peces que, al resultar indigerible y difícil de eliminar, produce la muerte de peces y aves marinas, con el consiguiente daño ecológico, disminución de la pesca para el consumo humano, contaminación (los gránulos de estos desechos absorven numerosas toxinas en un tasas un millón de veces superiores a lo normal) y efectos negativos para la salud humana y el ecosistema del planeta.
Debemos tomar conciencia de nuestra acción contaminadora al derramar y tirar esos desechos, en su mayoría plásticos, en el mar y otras fuentes acuáticas, buscar formas de sustitución de este tipo de envases (botellas, bolsas, vasos o platos y otros enseres plásticos), así como dedicar recursos para financiar la limpieza de este territorio por medio de las redes de arrastre, así como mantener una continua observación sobre esta y otras áreas donde pueden estar formándose acumulaciones de este tipo de desechos. CUIDEMOS EL PLANETA Y ALARGAREMOS NUESTRA VIDA!!!
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JESUS -