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Cubaneo Cotidiano

LA ERA DE LOS DELFINES

LA ERA DE LOS DELFINES

No crean que me refiero a esos animalitos tan inteligentes que habitan en los mares y que dicen tienen un cerebro muy desarrollado, y que nos divierten y asombran con sus piruetas y evoluciones en los aquariums y parques acuáticos de muchas partes del mundo. No, me refiero a la maniobra o práctica política que los dictadores y falsos demócratas ejercen como manipulación política  por la que dejan en su lugar en el poder a sus hijos, familiares o discípulos y cómplices ideológicos.

Como ya saben, la noticia de la semana anterior era la sucesión nepótica (nepotismo es la práctica de darle espacio a los familiares en el ejercicio del gobierno, favoreciéndolos y estableciendo de cierta forma una dinastía familiar en regímenes no monárquicos o dinásticos, sino supuestamente democráticos o en dictaduras) de un Castro por otro Castro, donde el Tiranosaurio Castrense dejó a su hermanísimo Segundón al Mando como Primero en jefe, descartando cualquier posibilidad de cambios democráticos, políticos o reformas en el sistema totalitario que somete ya por 50 años al pueblo cubano.

Esta semana es el seudo-demócrata ruso, Vladimir Putin, exdirigente de la antigua asesina agencia de seguridad soviética KGB, que luego de heredar el poder de manos de Boris Eltsin, llegado el momento que la ley dispone debe abandonar el poder, deja como su heredero indiscutible a su delfín, discípulo, cómplice y mano derecha Dimitri Medvedev, quien es un secreto a voces se dejará guiar (como Fidel hará con su delfín y hermano Raúl) por Putin, y probablemente lo nombre su Primer Ministro, ya que no puede ejercer de Presidente por más tiempo.

Para algunos será extraña la utilización del nombre de estos graciosos animalitos aplicado a esos otros animales políticos de dos patas (ratas de dos patas, como diría Paquita la del Barrio, refieriéndose a los machistas mexicanos), que tan triste papel juegan en la historia de los países que los sufren, al ser ejecutores y mantenedores de una política injusta hacia los pueblos que gobernarán. Este uso del nombre delfín, viene de las antiguas monarquías europeas, especialmente la francesa, que llamaba delfín al sucesor o heredero de la corona (dauphin, en francés), cuyo uso se ha generalizado a todo lo que concierne al ejercicio del poder político, incluso dentro de las estructuras democráticas de aquellos países donde no existen dictaduras o regímenes totalitarios.

Por eso también se le llama delfín, a Gordon Brown, actual Primer Ministro inglés, sucesor de Tony Blair, que era considerado su mano derecha en el Partido Laborista, sólo que en su caso no ha continuado la línea política de su antecesor.

Otro delfín, pero que yo llamaría "caído en desgracia", es el recientemente eliminado Raúl Reyes, segundo jefe de las narcoguerrillas colombianas de las FARC, cuyo verdadero nombre era Luis Edgar Debia Silva, portavoz político, comunista e ideólogo del grupo guerrillero que ha llevado a Colombia a una guerra civil. Y le digo delfín, pues era conocido que dada la edad avanzada de Manuel Marulanda (alias Tirofijo), Jefe de las FARC, Raúl Reyes al ser su mano derecha y yerno, pues estaba casado con su hija Olga Marín, era evidentemente el heredero del liderazgo de ese nefasto grupo, que ahora gracias a Dios debe estar descansando en los quintos infiernos, antes de ser condenado por los tribunales colombianos por sus múltiples delitos: rebelión, asesinato, secuestro, abusos sexuales con fuerza, narcotráfico y otros.

En fin...que los pobres animalitos deben estar abochornados porque se les dé su nombre a semejantes bestias humanas destinadas a plagar el mundo de desgracias e injusticias.  

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