LA PREGUNTA DE LOS DIEZ MILLONES DE PESOS
En esta semana el palo periodístico´de las grandes agencias de noticias ha sido el despiste del Presidente del mal llamado Parlamento Cubano, y uno de los más altos personeros del régimen castrista: Ricardo Alarcón, quien en reunión con los estudiantes de la titulada Universidad de Ciencias Informáticas, en la que "sin pelos en la lengua" pero bajo un lenguaje aparentemente "revolucionario", los jóvenes hicieron las preguntas que durante casi cincuenta años nadie se atrevía a hacer públicamente, lo que en buen cubano llamaríamos "la (o las) pregunta (s) de los diez millones de pesos".
Preguntas como: ¿por qué votar en las elecciones por alguien que no se conoce?, ¿por qué no se puede viajar a cualquier lado sin tener que pedir permiso?, ¿por qué un cubano sencillo no puede hospedarse en un hotel como cualquier otra persona?, ¿por qué el pueblo cubano no tiene acceso a internet?, o ¿por qué si los trabajadores cobran su salario en pesos cubanos, los productos esenciales para vivir se venden en dólares o en moneda convertible?
Preguntas éstas que, muy sutilmente expresan en su contenido los "derechos humanos" que tiene toda persona de vivir una vida digna, ejerciendo derechos que les han sido privados y les han sido negados al pueblo trabajador cubano, al que se le exige, una y otra vez, sacrificios y resistencia, culpando de la situación al "bloqueo imperialista", cuando lo que impide gozar de esos derechos es una opción política del gobierno que es quien realmente bloquea al pueblo.
A esas preguntas, el susodicho Alarcón, que peca de inteligente y preciso en sus respuestas, manifestó una vaguedad sin límites y unas respuestas que serían inaceptables hasta para el más ignorante. Decir que en su juventud él nunca disfrutó de las playas de Varadero, o que para defender la Revolución (más bién su Robolución) era necesario votar de forma unida por todos los candidatos como expresión de confianza (ciega, sorda y muda) a los preseleccionados por el Partido Comunista para defender los derechos de la camarilla despótica; o aún peor, diciendo que si los seis mil millones de habitantes del planeta decidían ejercer su derecho a viajar (cosa que sólo es un lujo de millonarios, según él) el espacio aéreo se congestionaría y sería un caos. Da verguenza que un sesudo del desgobierno castrista como lo es Alarcón, dé respuestas que no son más que una bofetada a la inteligencia de una generación que no se conforma con poco ni con cualquier cosa.
Definitivamente, no sera sólo la Historia, sino que será la juventud la que no los absolverá ni les perdonará tanto engaño y tanta maldad, a los que por casi cincuenta años oprimen a un pueblo noble y trabajador que ha soportado más de lo que cualquier otro pueblo aceptaría (ver video: http://www.youtube.com/watch?v=4MNX8skoZNc)
1 comentario
YOOO -