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Cubaneo Cotidiano

¿ZELAYA? !SOLAVAYA!

¿ZELAYA? !SOLAVAYA!

Es increíble ver cómo cunde el mal ejemplo entre los gobernantes latinoamericanos. Y realmente me parece que es causa de risa ver cómo el Presidente de Honduras, Manuel Zelaya, comienza a seguir los pasos mesiánicos de los Chávez, Correa, Evo y Ortega, a imagen y semejanza del Castrosaurio Decadente cubano, quien inventó, en un mesianismo trasnochado (aceptable en los años 60’s de la Guerra Fría entre la Unión Soviética y los Estados Unidos) el mito latinoamericano de David (que era Cuba) y Goliath (Estados Unidos), como forma de atraerse la atención del mundo, sobre la pequeña islita del Caribe, que ahora en el inicio de una nueva guerra política (de influencias y conflictos) que comienza a ser no ya Fría, sino bien Caliente (sino vean cómo Chávez usando el fantasma de la agresión norteamericana se alía a los rusos e intenta establecer bases militares rusas) , es usada a diestra y siniestra sin ninguna preocupación por los nuevos Mesías latinoamericanos.

Y digo que es de risa, porque el recién estrenado presidente hondureño ya unció su carreta a la carroza del carnaval politiquero de Chávez, uniéndose a su proyecto del ALBA, para recibir petróleo más barato y recursos financieros que el Gorilazo Bolivariano reparte a golpe de cheques y petrodólares, para crear un sustituto de la Unión Soviética en pleno siglo XXI. Y parece que el monito hondureño, pues no le llega la altura al Gorilazo en Jefe de la Chavezuela, ha decidido solidarizarse con el Presidente Evo Morales, quien despidiera al Embajador americano de su país, rechazando recibir las Cartas Credenciales del nuevo embajador americano en Honduras, diciendo que: "se trata de un acto de soberanía nacional, de una coyuntura especial en la que mostramos nuestra solidaridad con Bolivia, porque Estados Unidos se entromete en los asuntos internos de ese país...somos una nación pequeña que no tememos represalias de las potencias del mundo..." (ahí descubrimos el mito de David y Goliath, tan usado por los Castro y compañía, y renovado ahora por Chávez y comparsa)

Es una pena que el nuevo presidente catracho (como les llaman a los hondureños en Centroamérica) olvide que si su país se mantiene a flote, es por la ayuda que los Estados Unidos le han prestado desde que, años atrás,un desastroso ciclón destruyó prácticamente el país, y el gobierno autorizó el llamado TPS o permiso para trabajadores temporales, que ha sido renovado año tras año por largo tiempo, que ha permitido la entrada de hondureños a trabajar aquí, a hacerse ciudadanos y a enviar millones y millones  de dólares en remesas de dinero, para paliar en gran medida la miseria de ese país, apoyándolo en el combate al crimen organizado y la proliferación de las conocidas como "maras salvatruchas".

Penoso es que los malagradecidos muerdan la mano que les ha dado de comer, y no quiero que esto se entienda de que en agradecimiento algún país deba someterse y ser servil a los intereses de otro, pero su gesto de "fabricada independencia y soberanía" que le hace ser supuestamente "solidario" con el boliviano Evo Morales, que intenta imponer una dictadura indigenista en Bolivia a imagen y semejanza de la República Bolivariana del neo-dictador Chávez, no es ni auténtico ni recomendable para gobernar un país asumiendo actitudes que pueden crear diferencias con un país que sólo ha tratado de favorecerlo y ayudarlo, a pesar de la corrupción política y el caos económico que los propios gobernantes hondureños han establecido por muchos años.

Es muy fácil ahora sumarse al discurso chavista de rechazo a los Estados Unidos, que ahora se convierte en el enemigo común y el culpable de todas las desgracias de las débiles democracias (si así se les puede llamar) que desgobiernan en la que ya se va convirtiendo en la América Letrina.   

Como acostumbro a decir , en tono de chanza, Lola de apellido Mento (!lo lamento!) por el pueblo hondureño, que deberá exorcizarse de esos demonios trasnochados, y decir: ¿Zelaya? !Solavaya! 

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