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Cubaneo Cotidiano

SOCIOLISMO DEL SIGLO XXI

SOCIOLISMO DEL SIGLO XXI

Pues sí, por mucho que hablen y digan que su único objetivo es hacer justicia y darle al pueblo lo que se merece y de lo que han sido despojados desde Cristóbal Colón hasta hoy, es evidente que si de algo alardean los llamados heraldos del Socialismo del siglo XXI, como ya hicieron los del siglo XX (rusos, rumanos, alemanes y cubanos, entre otros) es de prometer villas y castillas mientras roban a las dos manos, pues parece que los únicos pobres del mundo (o de los pueblos a los que dicen representar y engañan con falsas promesas) son ellos. De ahí que más que de Socialismo deberían hablar de Sociolismo, pues además de robar a manos llenas, crean toda una corte de parásitos, ladrones y cómplices que intentan obtener -en nombre del Sacrosanto Socialismo-, alguna tajada del botín.

Unos más rojos que otros -pues entre ellos van desde el tono de rojo más subido, hasta el rosadito pálido-, todos se venden (como buenos comerciantes que son, en su intento de vender una ideología que nada vale), de honestos, transparentes, desinteresados, dedicados al servicio del pobre y el marginado, incapaces de tocar un centavo en beneficio propio, y en defensores de lo que al pueblo le toca por justicia, resulta que la historia nos demuestra que terminan convertidos en unos burdos capitalistas y en multimillonarios que muy bien que saben darse lo que ellos se merecen por repartir al pueblo las migajas que, por su inconstancia e infidelidad a sus personas e ideologías, les corresponde, sin contar los gastos en que incurren, en viajes, fiestas, recepciones y otras inimaginables, en el ejercicio del poder "en nombre del pueblo". 

De ahí que nos encontremos a rojos rojitos como el Tirano cubano, considerado entre los hombres más ricos del planeta (así lo certifica con un cálculo que siempre queda por debajo de la realidad) por la Revista Forbes. Otro rojo rojito, el Gorila Bolivariano, a fuerza de sus petrodólares hace y deshace, compra políticos, votos, bonos de la deuda de otras naciones, invierte y dispone la suerte de millones de venezolanos e intenta decidir el futuro de Sudamérica y por extensión de todo el continente. 

Pero no crean que los rosaditos se quedan atrás, pues la última noticia nos habla de que los rosaditos las matan callando, o sea que sin hacer mucho ruido hacen tanto o más estrago que los rojos rojitos, al buscar formas más sutiles de aumentar sus arcas, mientras buscan ganarse la buena voluntad de sus sufridos pueblos para alargar sus términos de gobierno y así, poder seguir robando, propiciando el aumento de sus fortunas, y de paso hacerlo con visos de legalidad y transparencia.

Y me refiero a los esposos Kirchner, Néstor y Christina, que gobiernan alternando mandato, y han incrementado su fortuna, según la última declaración de patrimonio (que por ley deben hacer todos los funcionarios al comenzar o terminar su período de gobierno, ley que por suerte existe en Argentina pero que parece no significar nada) en un 300 %, mientras el argentino común no ha visto mejorar su economía.

En el año 2005, un juez federal argentino denunció al matrimonio Kirchner por "enriquecimiento ilegal", pero otro juez, luego ascendido como premio a Magistrado por el Presidente Kirchner, sobreseyó el caso. Lo evidente es que si en el 2003, el patrimonio que poseían alcanzaba el equivalente a 1 millón 500 mil euros, fundados en los beneficios que de sus propiedades recibió el entonces Gobernador Kirchner, en cuatro años ascendió a aproximadamente 3 millones 900 mil euros, poseyendo en este momento 19 casas, un edifico de 14 pisos, un hotel, seis terrenos, dos locales comerciales y cuantiosos depósitos bancarios. Al leer estos datos podríamos decir que es poco ya que al menos es cuantificable, porque la fortuna del difunto tirano rumano (Ceacescu), el desconocido patrimonio de Putin (ex-jefe de la KGB rusa y actual presidente), la riqueza del Tiranosaurio Castro o el poderío del Gorila venezolano son incalculables e inimaginables, y aquello al lado de esto parece insignificante.

Pero seamos realistas, estos rosaditos que viven en la Casa Rosada del gobierno argentino no son más que una muestra de lo que los rojos rojitos son capaces de hacer y hacen. Y no seamos tontos, porque aún nos queda por ver si Néstor Kirchner no intentará alternar el poder en otro mandato después de su esposa, o si en una continuidad de la politocracia argentina, los hijos u otros familiares de Kirchner no se postulan para el puesto, cuando ahora mismo hay una hermana y dos hijos de Kirchner ocupando puestos de gobierno y se perfilan como sus herederos políticos para un futuro no tan lejano.

Nada que los pueblos pecan de confiados (más bien de tontos) al darle el voto y la confianza a cualquier camaján del zoológico político nacionalista y populista (yo diría más bien populachero) que les promete darle lo que les toca; por lo que no se esfuerzan por ganarlo con su esfuerzo propio y su trabajo en un ansia de que un gobierno paternalista le mejore sus vidas (sin que ese empeño se funde en la promoción humana, el esfuerzo, el trabajo común y sostenido de todos, en un ambiente de justicia, dignidad y respeto de la dignidad y los derechos humanos). Pero como los pueblos quieren que nada le cueste más de lo que ya han pagado, terminan pagando su ignorancia y su desidia con más hambre, miseria y desencanto, al entregarles su libertad y sus derechos a unos demagogos que se apropian de su voluntad y los manipulan en su único beneficio personal.  

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